martes, febrero 26, 2013

Museo Casa de Cervantes


En este Blog ya hemos visto varias cosas de la Cervantina villa.
Ahora toca cruzar las vallas y entrar en su casa.No esperéis encontrar un hidalgo abriendo la puerta ni a una doncella despachando libros en su alcoba.Es una casa museo donde se han ido recopilando objetos de la época que hacen recordar los años de un joven cobrador de impuestos y guerrero en Lepanto.
Si accedéis a esta pagina http://museocasacervantes.mcu.es podéis encontrar mucha información sobre Cervantes, su obra y su casa. Pero aquí seremos más concisos para que cuando vayáis os llevéis alguna sorpresa.
La historia de la casa es singular.En frente de las casas discurría el Esgueva  había un puente de madera cerca y un mercado de carne y matadero publico. También había numerosos corrales y pequeñas ganaderías de cerdos.El hedor debía de ser inaguantable, pero nada diferente a cualquier ciudad de 1600 y pico.
Cerca de la casa de Cervantes había una fuente donde hoy estaría el Caño Argales.
Cervantes se vino a Valladolid con la corte de Felipe III para recaudar impuestos.

El edificio data de 1601 y Don Miguel vivió en el número 14, 9 antiguo, de la calle del Rastro de Valladolid. 
La casa tiene  planta baja, principal, segunda y buhardilla. La fachada es sencilla de piedra y ladrillo.
Pese al tiempo, la casa a mantenido su distribución interior original.
Fuera hay un jardín con una fuente clasica de piedra.Además hay un frontón de aspecto eclesiastico.Se trata de  los restos de la antigua fachada del Hospital de la Resurrección, que en tiempos de Cervantes se hallaba donde hoy está la Casa Mantilla.
También está el busto y alguna placa de los principales impulsores de la casa museo.
Como tal la casa tiene dos pisos divididos de la siguiente manera:
Planta baja:Zaguán,patio y biblioteca.
Planta superior:Recibimiento,estrado,alcobilla,aposento,comedor y cocina.
Del zaguán,donde hay un pequeño pozo, parten las escaleras hacia la planta de arriba.Hay también un cuadro de un tal anónimo, que representa la Batalla de Lepanto,donde todo el mundo sabe que Cervantes se dejó medio brazo.
El estrado es a dos alturas, y era donde los señores de la casa recibían a sus invitados,los hombres sentados a la manera occidental y las mujeres en cojines tiradas en el suelo, al estilo moro.
En el recibidor hay mesas, y sillas antiguas, un brasero a la antigua usanza y algún documento que testifica que en esta casa vivió nuestro ilustre manco.
Del recibidor se puede pasar al estrado y al aposento,que recogía también la alcoba.Si visitas el lugar verás que hay una espada colgada en la pared...
A modo de escritorio se ha dispuesto mobiliario de la época, con  una pequeña biblioteca de , quizás,incunables irrepetibles.
La alcoba es donde está la cama, que este caso está protegida por una gruesa cortina.
La alcobilla es como una alcoba, pero de dimensiones mas reducidas, y en este caso sin iluminación directa, únicamente utilizada para dormir, ya que no dispone tampoco de aposento.
Al comedor le sigue la cocina, aunque no no se reservaba una habitación en concreto para comer sino que la mesa se colocaba donde se pudiera.Los ricos si que tenían un espacio de este estilo para lucir la vajilla de plata.
La cocina tiene una chimenea donde se cocinaría todo, aunque este elemento es un extra de la casa, pues no es original de la época y se ha construido para decorar y ambientar la sala.Lo normal para la gente humilde como los Cervantes hubiera sido que no tuvieran cocina como tal, sino unos braseros para cocinar encima de la mesa o el suelo.

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